¿Por qué exfoliar mi piel? Es la clave para verla uniforme y luminosa. Descubre todos los detalles...

¿Usas autobronceadores, pero nunca te gusta el resultado en tu piel? ¿Aparecen granitos en algunas zonas de tu cuerpo y no entiendes por qué? ¿O, por el contrario, tu piel se ve descamada y apagada…? Todo tiene el mismo origen y tiene que ver con la renovación celular de tu piel, pero ¡tenemos buenas noticias!, hay una solución y es sencilla, necesitas exfoliar tu piel. A continuación te contamos todo con más detalle.

¿Qué es la exfoliación?

También conocida como peeling, consiste en eliminar células muertas e impurezas de las distintas capas de la piel. El principal objetivo de la exfoliación es favorecer la renovación de la piel, para mejorar su aspecto, logrando una piel más saludable, luminosa y homogénea.

Para ello, lo más habitual es aplicar productos cosméticos que nos ayuden a eliminar esas pieles muertas e impurezas que se resisten a desprenderse por sí solas, y así conseguir regular el proceso de renovación celular de la piel. (Spoiler: Más adelante te contamos más sobre la renovación celular)

Beneficios de la exfoliación

Dicho esto, ¿cuáles son los principales beneficios de exfoliar nuestra piel?

1. Uno de los principales, y probablemente el que más has escuchado, es que gracias a los exfoliantes conseguimos limpiar en profundidad los poros y evitamos la acumulación excesiva de sebo (grasa). Lo que nos ayuda a reducir notablemente puntos negros, espinillas, marcas…
2. Pero hay más, otro punto a favor de la exfoliación es que activa la microcirculación sanguínea, algo que contribuye a evitar la acumulación de impurezas y células muertas, lo que en la mayoría de ocasiones provoca esa piel apagada.
3. Y además, hay algo muy importante que a veces pasamos por alto, y es que los productos cosméticos que aplicaremos posteriormente en nuestra rutina, penetrarán mejor y podrán ser más eficaces, por lo que nuestra piel lucirá más saludable, suave, uniforme y luminosa.

Tipos de exfoliantes

Quizá, llegados a este punto, te preguntarás “Vale pero…¿qué exfoliantes hay?… Y ¿cuál elijo?” Ahora mismo te ayudamos con esto. Existen 2 tipos de exfoliantes:

1. Exfoliantes físicos: los exfoliantes físicos son aquellos que incorporan gránulos y partículas visibles que eliminan las células muertas a través de una fricción generada por masajear la piel húmeda de tu rostro con estas partículas. Uno de los inconvenientes de este tipo de exfoliantes es que pueden causar irritación en la piel, en función de la fuerza aplicada. Por otro lado, esas partículas pueden ser a base de microplásticos (nada respetuosos con el medio ambiente al ser insolubles en el agua) o bien, a base de ingredientes naturales como el polvo de bambú, la cáscara de almendras, las semillas de frambuesa (una opción más respetuosa que nos ofrece la cosmética natural). Este tipo de exfoliantes los podemos encontrar tanto para el rostro, como para el cuerpo.

1. Exfoliantes químicos: los exfoliantes ácidos y enzimáticos eliminan las células sin fricciones o roces, actuando sobre todas las zonas por igual y se aplican directamente sobre el rostro como si fueran una crema sin necesidad de frotar. Consiguen una exfoliación uniforme mediante la degradación química de las células. Dentro de este tipo de exfoliantes hay otros 2 subtipos:

• Ácidos: son los conocidos AHA (Alphahidroxiácidos), BHA (Betahidroxiácidos), ácido glicólico, ácido málico, ácido mandélico, ácido cítrico…
• Enzimáticos: en estos casos se utilizan enzimas, moléculas de la naturaleza (generalmente vegetales) para deshacer las uniones entre células muertas y desprenderlas sin dañar las células vivas. Mucho más respetuosos con la piel, incluso con las más sensibles.

¿Qué es la renovación celular, qué tiene que ver con el aspecto de mi piel, y con la exfoliación?

Nuestro cuerpo, como el de muchos otros animales, tiene la capacidad de renovar la mayoría de sus células. De este modo asegura su conservación y correcto funcionamiento. Casi todos nuestros órganos poseen células que son capaces de renovarse, en más o menos tiempo. Por ejemplo, los glóbulos rojos solo viven unos 120 días y las células que recubren el estómago un par de semanas. ¿Lo sabías? 

Por lo tanto, entendemos la renovación celular como la capacidad que tienen las células para reproducirse y producir células genéticamente idénticas que sustituyen funcional y fisiológicamente a las células madre originales. Si quieres profundizar más sobre renovación celular, puedes echarle un vistazo a este otro artículo de nuestro blog, donde lo explicamos más en detalle.

Dicho esto, en el caso concreto de nuestra piel (el órgano más extenso de nuestro cuerpo) el tiempo que aproximadamente tardan las células en renovarse es de 28 días ¿Y cómo lo hacen?

Teniendo esto en cuenta, podemos encontrarnos en 2 escenarios totalmente opuestos: 

• Renovación celular de la piel, demasiado acelerada: Se puede identificar con proliferación de acné, taponamiento de poros e inflamación.
• Renovación celular de la piel, demasiado lenta: Se puede identificar con piel apagada, escamada y deshidratada. 

Por todo ello es taaaaan importante exfoliar la piel de nuestro cuerpo y rostro, una o dos veces por semana. De esta forma le estaremos ayudando a renovarse más fácilmente y a eliminar todo aquello que no necesita. Lo que también se reflejará en el exterior, pues notaremos nuestra piel más saludable, lisa, uniforme, suave y luminosa.

Incluye un exfoliante en tu rutina facial y corporal, y observa la diferencia en tu piel. Ya nos contarás…

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