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¿Por qué mi bebé tiene granitos en la cara? Causas y soluciones
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¿La carita de tu bebé tiene granos, ronchas, sarpullido o rojeces? Tranqui, es algo bastante habitual, pero ¿por qué aparecen y qué debemos hacer? Sigue leyendo, ¡te ayudamos!
En primer lugar, debemos entender que la piel de los bebés se comporta de forma distinta a la de un adulto porque todavía se está formando y es por ello que siempre oímos aquello de “la piel de los peques es más delicada”. Este es el motivo también por el que necesita cuidados y productos distintos. Vayamos a paso a paso.
¿Por qué aparecen granitos en la cara del bebé?
La piel del bebé tiene el mismo número de capas que la del adulto, pero cada capa es mucho más fina. Es aproximadamente un 20% del espesor de la piel de una persona adulta.
La capa más externa de la epidermis (capa córnea) es más delgada y las células están menos compactadas que en la piel del adulto. Además, las glándulas sudoríparas y sebáceas son también menos activas que en los adultos, de tal forma que la película hidrolipídica (emulsión de agua y grasas que cubre y protege la superficie de la piel) y el manto ácido protector (la parte acuosa de la película hidrolipídica) son todavía débiles.
¿Cómo es la piel del bebé?
- La piel del bebé es menos resistente y más sensible a influencias químicas, físicas y microbianas. Las sustancias que entran en contacto con la piel del bebé se absorben más fácilmente y penetran en las capas cutáneas más profundas.
- La piel del bebé tiende a resecarse.
- La piel del bebé es más sensible a los rayos UV y diferentes factores externos como el frío y el viento.
Además, si nos centramos en la piel del rostro del bebé, debemos ser conscientes de que está mucho más expuesta que la del resto del cuerpo. La ropa permite proteger su piel de diferentes factores externos, sin embargo, el rostro queda descubierto y expuesto al contacto directo con el entorno.
Ahora podemos entender mucho mejor por qué la piel del rostro de nuestros pequeños parece ser más reactiva y presenta en muchas ocasiones granitos rojos, granitos blancos, sarpullidos, eczemas, rojeces, ronchas, erupciones, irritaciones… Los podemos llamar o interpretar como queramos, pero lo que debemos entender es que es normal que muchas de estas alteraciones cutáneas aparezcan en la cara o los mofletes de nuestro bebé, ¡keep calm! Dicho esto, intentemos poner algo de luz, vamos a ayudarte a interpretar cada uno de estos signos que aparecen en la carita de tu bebé y cómo mejorarlos.
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¡Vamos allá! Seguro que has oído hablar del acné del lactante, de la costra láctea, de la sudamina, de la miliaria, de las engordaderas, de la piel atópica… Pero probablemente tengas dudas y te plantees ¿qué es cada una de ellas, cómo detectarlas y qué puedo hacer para reducir esos granitos en la cara de mi bebé? Si es así sigue leyendo…
Tipos de granitos en la cara del bebé
Acné del lactante o acné neonatal
También conocido como engordaderas. Aparece en forma de granitos rojos o blancos, comedones, pápulas y/o pústulas, como en el caso del acné juvenil. Se desconoce su origen, no hay consenso científico sobre por qué aparece, pero se sabe que afecta a un 20% de los bebés y suele ser más frecuente en varones. Existen dos formas de presentación: el acné neonatal, que aparece en las dos primeras semanas de vida, cediendo en un plazo de unos tres meses, y el acné del lactante, que se manifiesta después de los 3-6 meses de edad, pudiendo persistir durante algunos años. Generalmente, suele desaparecer por sí solo, pero hay varias cosas que podemos hacer para ayudar a que se reduzcan estos granitos, lo primero es no tocarlos ni rozarlos demasiado y lo segundo es mantener el rostro del bebé limpio e hidratado aplicando productos suaves y naturales, evitando aquellos demasiado densos.
Miliaria o Sudamina
Es común entre los más pequeños y se produce por la obstrucción del conducto sudoríparo de las glándulas ecrinas. Se manifiesta en la piel de los bebés en forma de granitos, espinillas o pápulas. Se suele asociar el exceso de temperatura, por ello normalmente no requiere tratamiento, simplemente evitar los factores que provocan calor y suele resolverse sola. Si no fuera así, siempre puedes consultar con tu pediatra.
Dermatitis seborreica o costra láctea
Se trata de una condición de la piel por la que muchos peques pasan las primeras semanas de vida, habitualmente desaparece entre los 3-4 meses del bebé. Lo identificamos como escamas o rojeces que se concentran principalmente en el cuero cabelludo, donde se extiende formando una placa escamo costrosa, por lo que se denomina «costra láctea», aunque puede aparecer también en zonas del rostro, como la frente o detrás de los oídos. Desaparece por sí sola, pero podemos mejorar su aspecto lavando el cabello de nuestro peque con un champú suave 100% natural, y aplicando una crema facial para bebés con aceite de sésamo y almendras.
Dermatitis de babeo
Aparece en forma de sarpullido alrededor de los labios, mejillas, cuello e incluso pecho. El detonante es el babeo de los peques que se acumula en los pliegues de la piel. Para ello es imprescindible hidratar y limpiar la piel de forma suave, es importante que los productos sean 100% naturales y con propiedades calmantes y regenerantes. Además, podemos evitar en la medida de lo posible que estas zonas estén constantemente húmedas, secándolas con tejidos naturales como el algodón.
Dermatitis atópica o piel atópica
Es una de las dermatitis más comunes en la piel de los peques. Afecta a más del 20 % de los niños y entre un 1 y 8 % de los adultos. La cara es una de las zonas del cuerpo donde es más frecuente que se manifieste. Los síntomas varían según el pequeño y la época del año. Pero en general son el picor, rojeces, sequedad, eczemas e irritabilidad. Así como las comentadas anteriormente no suelen suponer ningún tipo de molestia o dolor para los bebés, en este caso, la dermatitis atópica, suele resultar más molesta porque produce picor e incomodidad. Es por eso que es súper importante cuidar e hidratar su piel a diario con una crema facial rica en emolientes naturales, libre de perfumes e ingredientes sintéticos, formulada especialmente para pieles con tendencia atópica.
¿Cómo mejorar los granitos de la cara del bebé?
Después de toda esta información, te recomendamos mimarles con una crema para bebés para sus granitos de la cara, que esté especialmente formulada y pensada para los más pequeños. De esta forma nos aseguraremos de que respeta su delicada piel.
Además, también es valioso comprobar que los ingredientes son 100% naturales, ya que la piel de los peques es más fina y cualquier sustancia que apliquemos se absorbe más fácilmente, llegando hasta las capas cutáneas más profundas. De esta forma también cuidas su salud a largo plazo.
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Ingredientes que ayudan a mejorar los granitos del bebé
Está compuesta por ingredientes vegetales de alta calidad. Te presentamos algunos de ellos:
- Ectoína natural. Recupera y protege la piel, combate rojeces, inflamaciones y mantiene la hidratación combatiendo los efectos de la contaminación del entorno.
- Aceite de sésamo. Es ideal para cuidar pieles sensibles por sus propiedades foto protectoras, hidratantes y antibacterianas.
- Aceite de almendras. Mejora la hidratación de la piel, es antiinflamatorio, reparador y deja la piel del bebé suave y protegida.
- Girasol orgánico. Promueve la función barrera de la piel y reduce la presencia de mediadores de la inflamación.
Su formulación es 100% natural, con 64% de ingredientes ecológicos y es apta para pieles atópicas y sensibles.
Una combinación de ingredientes que aportan la hidratación necesaria para cuidar la piel del bebé desde su primer día, y que además previene y reduce granitos, sarpullidos, rojeces, irritaciones, eczemas e inflamaciones provenientes de las diferentes afecciones cutáneas infantiles más habituales. Pero eso no es todo, también ayuda a regenerar la piel de los peques y promueve la función barrera, protegiendo su rostro de agentes externos como el frío y el viento.
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