¿Por qué sudo tanto? Descubre las posibles causas y cómo sudar sin olor


Sudar es natural y necesario para nuestro organismo, por lo tanto, no deberíamos demonizarlo; sin embargo, cuántas veces hemos oído o dicho “Uff, aquí huele a sudor” o “Vaya…,qué mal huelo” después de un día caluroso, hacer ejercicio o incluso un momento de nervios… si todo esto te suena, queremos aprovechar para derribar un mito: ¡el sudor no huele! Sí, como lo oyes, o más bien, como lo lees… hemos sido “engañaos” todo este tiempo. Pero tranqui, no cortocirtuites, a continuación te explicamos todo en detalle y podrás controlar ese olor que te genera incomodidad. Entender esto va a marcar un antes y un después en tu higiene personal, quédate.

¿Por qué sudamos y para qué sirve el sudor?

El sudor, también conocido como transpiración, es uno de los principales mecanismos de termorregulación del cuerpo, es decir, es nuestra refrigeración. Nos ayuda a regular nuestra temperatura corporal ¿Cómo? Cuando el sudor se evapora de la superficie cutánea causa una pérdida de calor, lo que, en consecuencia, reduce la temperatura corporal y protege las estructuras del cuerpo que tienen una temperatura óptima, para seguir funcionando. 

Pero no solo eso, el sudor además consigue eliminar sustancias de deshecho y mantener un pH que evite invasiones de gérmenes, bacterias, hongos o virus dañinos. ¡¡Atrás!!

¿Dónde se produce el sudor y de qué está compuesto?

El sudor es producido por las glándulas sudoríparas, que pueden ser ecrinas y/o apocrinas, y varían de densidad y tamaño dependiendo de la etnia, el género y la localización del cuerpo. Estas glándulas están distribuidas por tooooodo el cuerpo, y son funcionales desde el nacimiento. 

Vamos a derribar otro mito… la zona del cuerpo donde más sudamos no es la axila. El sudor en las axilas es una de las mayores preocupaciones de las personas, pero hay que tener en cuenta que la transpiración en esta zona equivale solo al 1 % de la transpiración total de nuestro cuerpo… ¿Cómo te quedas?

Retomemos las glándulas sudoríparas, estas generan una secreción (conocida como sudor), inicialmente inodora (es decir, no tiene ningún olor), ya que se compone en un 99% de agua, y el 1% restante son aminoácidos, iones, ácido láctico, glicerol, urea, péptidos y proteínas (que especialmente contienen cisteína). 

¿Por qué sudo mucho? Causas

La sudoración es un proceso natural regulado por el sistema nervioso autónomo. Por eso cuando sientes mucho calor o estás en una situación de nerviosismo o estrés (por ejemplo) tu cuerpo produce sudor a mayor velocidad de la que puede evaporar, lo que causa que se formen gotas condensadas de sudor en tu piel.

Si sientes que tu sudoración es más intensa o excesiva, puede que experimentes hiperhidrosis. Está relacionado con una hiperactividad con las glándulas sudoríparas y suele afectar a manos, axilas, rostro y plantas de los pies. En esos casos sería recomendable consultar con un profesional.

Retomemos… como decíamos, el sudor es inodoro, sin embargo, en las axilas y el pubis se da una situación particular por la que se desprende cierto olor. A continuación te contamos más.

¿Por qué mi sudor huele?

Las glándulas apocrinas, que se encuentran principalmente debajo de las axilas y el pubis, son más activas cuando hacemos ejercicio o cuando experimentamos emociones fuertes. Estas glándulas secretan ácidos grasos y proteínas, que al mezclarse con las bacterias de la piel (microbioma), fermentan, lo que provoca ese “mal olor”. 

¿Pero, cómo ocurre esto? En concreto, las bacterias naturales (Cutibacterium, Staphylococcus y Corynebacterium), presentes en nuestra piel, se alimentan de nuestro sudor y liberan lo que comúnmente llamamos "el olor corporal". Además, las condiciones húmedas y cálidas de las axilas las convierten en un lugar ideal para que las bacterias se desarrollen, entren en contacto con sustancias que produce el sudor (como el ácido láctico y el glicerol), transformándolos en ácidos grasos; como el ácido acético y el propiónico, característicos del vinagre y el queso suízo. Podéis imaginar entonces de dónde viene ese olor ¿verdad?...

También es importante tener en cuenta que el estado de salud, la ingesta de ciertos medicamentos, hábitos (tabaco, alcohol, rutina de higiene corporal, lavado de las prendas de vestir, tipo de productos utilizados…) junto a la alimentación, pueden influir directamente en la composición del sudor, de la flora bacteriana de la piel y en consecuencia, en el mal olor.

Y…¿cómo puedo controlar ese olor?

Equilibrando y respetando tu microbioma. ¿Cómo? Lo primero de todo es entender, como ya decíamos al inicio, que el sudor es necesario para nuestro organismo, por lo que no se trata de no sudar o de bloquear ese sudor, de lo que se trata es de evitar que se produzca ese crecimiento de bacterias que producen el mal olor.

En la mayoría de ocasiones, cuando queremos evitar ese olor, recurrimos a desodorantes o antitranspirantes ¿creías que eran lo mismo? Pues no, ahora mismo te lo aclaramos.

Diferencias entre desodorantes y antitranspirantes

  • DESODORANTE: El desodorante no impide que sudemos, solo evita el mal olor camuflándolo con fragancias y/o reduciendo las bacterias que descomponen el sudor y generan ese olor.
  • ANTITRANSPIRANTE: Controla y reduce la formación de sudor. ¿Cómo lo consiguen? Bloqueando o reduciendo la secreción de las glándulas sebáceas con activos como las sales de aluminio. Es decir, bloqueando el sudor.

Hagamos un inciso; solo si eres de las personas que conoce la importancia de cuidar su cuerpo, de elegir con cuidado los productos que se aplica, y de permitir los procesos naturales del cuerpo, esta información te interesa.

¿No habíamos dicho que el sudor es nuestro termostato? Entonces, no deberíamos acabar con él ¿no? Así es, lo necesitamos para lograr bajar nuestra temperatura. Lo que sí podemos hacer es controlar esa “fermentación” que se produce al entrar en contacto ciertas bacterias con nuestro sudor, lo que acaba generando ese mal olor. Para ello es interesante, buscar desodorantes, que cuenten en su formulación con activos especialmente indicados para ello, sin bloquear el sudor, como los siguientes:

  1. Sales del Mar Muerto. Controlan el crecimiento de bacterias, más específicamente de Staphylococcus hominis y Corynebacterium tuberculostearicum, responsables del olor corporal. Además, absorben el sudor y el sebo.
  2. Inhibidores enzimáticos vegetales. Estos actúan como reemplazo de alimento para las bacterias causantes del mal olor, para que en lugar de sintetizar los ácidos grasos “malolientes” sea hidrolizado por las esterasas, en etanol y ácido cítrico inodoros. 
  3. Tierra de Diatomeas. Es un mineral formado por algas fosilizadas que tiene la capacidad de absorber el sudor gracias a su alta microporosidad, dejando la piel seca y suave. Actúan de forma superficial, sin penetrar en la epidermis. 

Ahora ya sabes por qué sudas, cómo se produce el mal olor y cómo puedes controlarlo; busca estos activos en el listado de ingredientes de la etiqueta (INCI) de tu desodorante y listo.

¿Sabes dónde puedes encontrar estos ingredientes?

En el Caring Microbiome Smart Deodorant, este desodorante natural consigue equilibrar tu microbioma para que puedas sudar ¡SIN OLER! Ya que cuenta con los activos que hemos comentado antes, especialmente indicados para inhibir las bacterias causantes del mal olor. 

Pruébalo y siente la caricia cítrica de este desodorante que es taaaaan natural como el acto de sudar.

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